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Cinco anécdotas del Alianza Lima

Publicado: 2016-02-15

Hoy cumple 115 años el club Alianza Lima, para muchos —incluido quien escribe—, el club más grande del Perú. Al margen de las versiones, es indudable que Alianza Lima es un club lleno de tradición, historia, ídolos y, sobre todo, anécdotas. Hemos querido recoger cinco historias de distintas épocas, de las cientos, de las miles, que tiene el club, para compartir con la hinchada aliancista en esta fecha especial. ¡Arriba Alianza!


1. Los íntimos

Nos llamaban “los íntimos”, y también nos llamaban “los compadres”. Esos nombres surgieron poco después del centenario de la Independencia del Perú, en 1921: 21, 22, 23, 24. Nos llamaban así por la amistad que teníamos entre nosotros. Siempre celebrábamos nuestros cumpleaños juntos en casa. Sentíamos como si fuéramos parientes. Llegaba el cumpleaños de alguien, y todos íbamos. Llegaba el cumpleaños de otro compadre, y ahí estábamos juntos. Ninguno de los otros equipos era así, solo Alianza.

Miguel Rostaing en En el corazón del pueblo. Pasión y gloria de Alianza Lima (1901-2001), p. 45


2. La marinera

Yo siempre llevaba en el bolsillo un pañuelo para secarme el sudor de la cara. Una tarde, frente a la U, me entregaron la pelota en el momento en que tenía el pañuelo en la mano. No sabía qué hacer, cuando de pronto comencé a cabrear mientras sacudía el pañuelo blanco que tenía en la mano. Verdaderamente parecía que estaba bailando. La gente aplaudía mientras yo corría. Me paraba, volvía a darme una vuelta, parecía un baile. Desde ese día la gente me empezó a pedir que “bailara marinera”.

José María Lavalle, en El libro de oro de Alianza Lima, p. 62


3. Los diez expulsados

Otro clásico notable fue el disputado el 4 de setiembre de 1949 en el Estadio Nacional, válido por el campeonato oficial: el árbitro Fernando Alvizuri expulsó a diez jugadores aliancistas, terminando cinco de ellos en la comisaría. ¿Qué había pasado? Universitario ganaba 2-1 hasta que en el minuto 73 el juez marcó un penal a favor de Alianza por falta del zaguero Da Silva en contra del Feo Salinas. Ante los reclamos de los cremas, sin embargo, Alvizuri se retractó y cobró tiro libre fuera del área. Se desató la bronca. Félix Fuentes arrojó la pelota a la tribuna, alguien la devolvió, pero el Patrullero González volvió a lanzarla a las graderías. Alvizuri expulsó a Fuentes y González, con lo que se armó un escándalo mayor que terminó con el árbitro expulsando a todos los jugadores blanquiazules, excepto al arquero Legario, que no había participado en los reclamos. El clásico se suspendió y en las tribunas algunos hinchas empezaron a quemar papeles en señal de protesta. El escándalo no acabaría ahí: en el vestuario aliancista se presentarían luego numerosos policías para llevarse detenidos a los jugadores expulsados, bajo los cargos de ofensa y falta de respeto al público asistente al estadio. Finalmente, fueron cinco los jugadores conducidos a la Octava Comisaría, con el capitán Gerardo Arce a la cabeza; fueron puestos en libertad recién al filo de la medianoche.

En: El libro de oro de Alianza Lima, pp. 51-52


4. El Nene a Europa

Yo fui con la selección de Sudamérica a jugar contra la de Europa, en Basilea, Suiza. El presidente de UNICEF era Rudi Raisdorf, él era de Basel. Jugamos el partido, lo ganamos 3 a 1, yo hice dos goles en ese partido, y al día siguiente hace un almuerzo, invita a muchísima gente, y a la hora que estábamos en el almuerzo, me dice: “Nene, quiero por favor que le enseñes a mis amigos el tango peruano”. (Él me había visto en el partido una jugada que yo hacía de cuchara: la llevaba y la jalaba para adentro). Le digo: “Estás loco”, y me dice: “¡Nene, por favor, el tango peruano!”, y me lleva al jardín de su casa, en la misma reunión, y cuando la hacía no lo podía creer, decía “¡El tango peruano!”. Después me dice: “Yo querer comprar tu carta”; “Estás loco”, le digo, “la carta costará como cien mil dólares” (en aquel entonces cien mil era un montón de plata). A la semana, el tipo se presenta en Lima, y me dice: “Yo venir a comprar tu carta, yo traer los cien mil dólares para comprar tu carta”. Voy, hablo con los dirigentes, y por supuesto, los dirigentes abrieron los ojos, entonces les dije: “Pero yo no quiero irme, yo quiero quedarme, quiero seguir”. “Pero Teófilo”, me dicen, “es una oportunidad”; “No”, les digo, “yo no me voy: Ya sé, vamos a decirles que me adelanté a decir, que la carta era trescientos mil y no cien mil”. Le digo a Rudi: “Cuando tú me preguntaste, te di una cantidad, pero resulta que voy, converso con los dirigentes y me dicen que esa no es la cantidad, es otra”. “No”, me dice, “yo ser suizo, yo mantener mi palabra, yo venir a buscarte a ti para llevarte, yo traer los cien mil dólares”. “Rudi, no es la decisión mía, es la de ellos”. Al rato me dice: “¡Okey! Yo pagar los trescientos mil”. Cuando me dijo “los trescientos mil” yo me dije “¿Ahora, dónde me meto, qué hago?”. No me quedó otra y me tuve que ir.

Teófilo Cubillas, en el programa de televisión 2 a la N


5. Brujería

Alianza Lima tiene a su favor la racha invicta más larga del clásico peruano con los dieciocho partidos seguidos sin perder antes la U que disputó entre mayo de 1979 y febrero de 1983, cuando el equipo íntimo era dirigido por Pitín Zegarra. En total fueron once triunfos grones y siete empates los registrados durante esos cuatro años. “No nos podían ganar por nada del mundo. Una vez jugábamos Copa Libertadores y por eso puse a los suplentes en un clásico por el campeonato local. Igual les ganamos y ellos llegaron a decir que yo les había hecho brujería”, recuerda Pitín.

En: El libro de oro de Alianza Lima, p. 54


Escrito por

Luis Rodríguez Pastor

Caramba sí, caramba no.


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